
"Me recomendaron que no salga por treinta días. Hace seis días que dejé la Clínica y ya estoy acá, je. Pero qué querés, no puedo tomar café, no puedo fumar. Y quería venir".A pesar de todas las recomendaciones y el enojo de su familia,Rafael Savino fue al Nuevo Gasómetro para visitar a los jugadores y hablar con ellos."Estuve hablando un poco con Miguel", dijo. "Vine porque tuvimos una semana que no fue nada favorable. Siempre me gustó estar al lado del plantel y cambiar opiniones con ellos. Los veo muy bien, muy unidos, como al cuerpo técnico. Hay muy buen ánimo, esperando el clásico del domingo, que sabemos que será un partido muy difícil.Lo que más siento es lo del Pitu. Lo quiero como si fuera mi propio hijo, lo trajimos cuando tenía 13 años... Sé lo que significa como jugador y persona. Tengo una sensación de amargura".
Con respecto a la llegada de un refuerzo para reemplazar a Barrientos,comenta:"No lo hemos conversado a pleno con Miguel. En principio, te diría que va a ser difícil, casi imposible".
Eso sí,antes de irse,dijo una frase comentando lo que le paso hace unos días: "Un semáforo más y no llegaba".
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