
El guiño del destino resultó portador de doble filo. Las cosquillitas que Bruno Centeno sintió cuando Russo le confirmó que reemplazaría al lesionado Orión mutaron rápidamente en bronca. Mucha bronca y un nerviosismo ya más cercano a la impotencia que a la ansiedad luego de mancar en ambos goles de Libertad. "No esperaba entrar a los cinco minutos. Y menos en una fecha importante de Copa. Fue todo rápido, imprevisto, y bueno, tuve la mala suerte de fallar en la primera pelota, que para un arquero es fundamental, porque te da confianza. Eso me sacó del partido, decía por qué no habré tenido estos mismo errores durante el torneo de verano... Pero me va a servir, de todo se aprende", le comenta, con sorprendente desenvoltura, el arquero de 20 años a Olé.
-¿Lograste dejar de pensar en esos dos goles?
-Ya está, ya pasó. Recibí el apoyo de mis compañeros, del técnico, de la familia, y ahora quiero que empiece el partido contra Central para demostrar que estoy a la altura de las circunstancias, que no me queda grande el arco de San Lorenzo. Tengo las condiciones y la personalidad para sacar esto adelante.
-Te sobra confianza.
-Estoy 100% seguro de que cambiaré mi imagen en Rosario. Es que en Paraguay se dio la oportunidad de mi vida, yo siempre esperé debutar en San Lorenzo, un club al que quiero tanto, y que se haya dado de la manera en que se dio no me gusta nada, sentís que se cae el trabajo de años... Igual, un partido malo lo puede tener tanto un arquero debutante como uno que lleva diez años afianzado en Primera. Estas cosas pasan.
-A Russo se lo vio acercarse a vos cuando salías en el entretiempo. ¿Hablaste con él de lo que pasó en Paraguay?
-Miguel jamás me metió presión, todo lo contrario. Vino a hablarme porque se me notaba mucho la bronca, no la podía controlar, y él se daba cuenta de que influía en mi rendimiento y, en consecuencia, en el desarrollo del partido. Así que me dijo que me calmara, que siga para adelante, y eso hice. De hecho, en el segundo tiempo salí de otra manera. A Russo le debo mucho. El confió en mí apenas llegó. Con Ramón Díaz no sólo no jugaba, sino que hasta me había apartado del plantel. Estaba destruido. Y Miguel me reincorporó al grupo, me devolvió la confianza. Me demostró muchas cosas buenas como ser humano más allá de lo que ya se conoce de él como DT. Es un hombre de palabra.
-¿Y con Orión hablaste?
-Poco. El otro día, en la práctica. Agustín no es de hablar mucho. Te dice lo justo y necesario. Pero me dio confianza también. Es una pena lo que le pasó.
-¿Te molesta que busquen un arquero?
-Eso es un tema que no me compete, sólo digo que, si optan por mí, voy a responder. Con continuidad se va a ver al Centeno del verano, y no al de Paraguay.
-¿Y qué San Lorenzo se va a ver en Rosario?
-Esperemos que el que goleó a River. Va a ser difícil. Central necesita ganar, va a tener a toda su gente... Pero ojalá volvamos al triunfo y al buen juego. Hay equipo para hacerlo.
Fuente: OLE
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