viernes, 14 de agosto de 2009

Y volvió nomás



El Bambino Veira lo abrazó. Como si fuese la última vez. Como si fuese una despedida. Faltaban cinco minutos y lo sacó para el aplauso (más allá del ingreso de Damián Luna). El 4-1 contra Racing estaba consumado y Leandro Atilio Romagnoli, aquel 12 de diciembre de 2004, con un ciclo cumplido en San Lorenzo, empezaba a decir adiós. Habían pasado ya 152 partidos locales y 22 goles (con el agregado de 46 juegos internacionales y cinco gritos). Y tres vueltas olímpicas (Clausura 2001, Mercosur 2001 y Sudamericana 2002). El fútbol después lo llevó al Veracruz mexicano y al Sporting Lisboa, donde festejó cuatro títulos. Hoy, después de cuatro años y medio, Pipi vuelve a casa...


La reunión fue en Buenos Aires, ya arribado desde tierras portuguesas. Se desvinculó, Fluminense le hizo un guiño pero... "La prioridad es jugar en San Lorenzo", dijo el enlace. Este mediodía, las partes se juntaron. Romagnoli padre e hijo, Marcelo Tinelli...


Cuando terminaba el entrenamiento en el Nuevo Gasómetro y se hacía noticia en el Cholo Simeone la demora de los papeles por Jonathan Bottinelli (¿lo inscriben o no para la Sudamericana?), su teléfono sonó y le cambió la sonrisa. Pipi estaba en casa. Y por tres años. La transferencia oscilará los dos millones de dólares.

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