
Ya en la séptima fecha del torneo, San Lorenzo sigue sin reaccionar. Esta vez perdió ante un River que comenzará último en la tabla de promoción el torneo que viene, o sea, uno de los peores equipos del furbol argentino hoy en día. Y sin embargo nos ganó. Y estas cosas seguirán pasando hasta que la dirigencia o el mismo Simeone digan punto final.
Se encaró el primer tiempo sin convicción, con la idea de jugar al contraataque, en lugar de salir a presionar de entrada a un equipo que aún no conocía la victoria de local. En lugar de salir a matar, San Lorenzo salió con miedo, siendo un cabezazo de Jonathan Bottinelli el único ataque serio del Ciclón en los primeros 45 minutos.
Lamentablemente se lesionó Aguirre, pieza clave de la defensa, y sin dudas se perderá lo que queda del torneo, siendo su recuperación de 4 a 6 meses. Esta lesión provocó un cambio increíble: la entrada del Papu Gómez, quien jugó de volante por derecha, retrasando a Pintos al lateral, en lugar de ingresar Luna, cambio cantado.
Ya en el segundo tiempo, se dispuso a atacar, tarde ya, con los minutos contados. Ante la falta de definición, se arriesgó cada vez más, lo que culminó con un error en la defensa y el 1-0 definitivo a favor de los de Nuñez. Y una nueva derrota de los de Boedo. Luego del gol, se agotaron las ideas de Simeone, quien hizo ingresar a Menseguez...¡ a 5 minutos del final! Un cambio realmente estúpido, dado que es lógico que en tan poco tiempo un jugador no logrará realizar nada.
Ahora se viene Chacarita, rival duro por su hambre de puntos, debido al descenso. Con un Simeone debilitado, y ya sin fuerzas desde hace rato, todo parece indicar que por fin, una nueva derrota culminaría con el ciclo del Cholo en San Lorenzo.
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