El 8 de mayo no será seguramente una fecha fácil de olvidar para los hinchas de San Lorenzo, ni tampoco para los hinchas de River, ya que hoy se cumplen dos años de uno de los partidos más importantes e increíbles de la historia del club.
Un día como hoy, pero en el 2008, San Lorenzo y River comenzaban a jugar en el Monumental el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, habiendo ganado el Ciclón el primero por 2 a 1 con goles de Silvera y de Adrián González.
Y la noche parecía inclinarse favorable para los hinchas de River, porque sólo a los 11 minutos Abelairas ya ponía el 1 a 0 que lo metía directo en los cuartos de final. Y peor aún, cuando se terminaba el primer tiempo se iba a ir expulsado Diego Rivero y San Lorenzo se empezaba a despedir de la Copa.
Para colmo, a los 16 del segundo tiempo, y luego de un infantil codazo de Bottinelli que provocó su expulsión y un penal para River, los locales se iban a poner 2 a 0 y con un gol del ex San Lorenzo Sebastián Abreu. A esta altura parecía estar todo dicho.
Pero por algo el fútbol es el deporte más lindo del mundo, y por algo San Lorenzo es lo que es, y por algo a River le dicen Gallinas. Porque a los 24 del segundo tiempo Bergessio iba a comenzar con una hazaña que quedará en la historia del fútbol, y la iba a terminar de concretar cuatro minutos más tarde, igualando las cosas 2 a 2 y provocando lo que más tarde Ahumada bautizaría como “un silencio atroz”.
Un día como hoy, pero en el 2008, San Lorenzo y River comenzaban a jugar en el Monumental el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, habiendo ganado el Ciclón el primero por 2 a 1 con goles de Silvera y de Adrián González.
Y la noche parecía inclinarse favorable para los hinchas de River, porque sólo a los 11 minutos Abelairas ya ponía el 1 a 0 que lo metía directo en los cuartos de final. Y peor aún, cuando se terminaba el primer tiempo se iba a ir expulsado Diego Rivero y San Lorenzo se empezaba a despedir de la Copa.
Para colmo, a los 16 del segundo tiempo, y luego de un infantil codazo de Bottinelli que provocó su expulsión y un penal para River, los locales se iban a poner 2 a 0 y con un gol del ex San Lorenzo Sebastián Abreu. A esta altura parecía estar todo dicho.
Pero por algo el fútbol es el deporte más lindo del mundo, y por algo San Lorenzo es lo que es, y por algo a River le dicen Gallinas. Porque a los 24 del segundo tiempo Bergessio iba a comenzar con una hazaña que quedará en la historia del fútbol, y la iba a terminar de concretar cuatro minutos más tarde, igualando las cosas 2 a 2 y provocando lo que más tarde Ahumada bautizaría como “un silencio atroz”.
Sin lugar a dudas, 8 de Mayo: Día Mundial de la Gallina.
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